Todos ellos conviven en una armonía de colores y percepciones en la segunda capital española.
El primer lugar bohemio, sin duda alguna, de Barcelona, es el barrio de El Raval. Su historia es más sorprendente de lo que creemos. En los 70 y 80 era conocido como el Barrio Chino de la ciudad. Lo frecuentaban sobre todo, marineros que llegaban al puerto y personas de clase obrera. Drassenes era el lugar donde se alojaban los hombres del mar. Cerca de ahí, un lugar interesante para conocer es el centro de arte Santa Mónica que está lleno de artistas futuros, talento y calidad estética al servicio del que quiera visitarlo. El Bar Marsella, en esta zona, es uno de esos sitios con auténtica solera catalana. Abierto desde hace mucho tiempo, los intelectuales de antaño iban ahí a beber absenta y tener conversaciones trascendentales. ¿Quieres ser uno de ellos? Eso es que, efectivamente, eres un bohemio nato. Dalí, Picasso, Santiago Russinyol eran algunos de los que frecuentaban este lugar. No muy lejos de este lugar encontrarás el que es a día de hoy el bar más antiguo de Barcelona. Me refiero al Casa Almirall, allí el escritor y lingüista, Terenci Moix hacía ponencias en sus tiempos mozos. Hablo de los 60’ más o menos.
Otra de las tendencias que me he fijado que tenéis los viajeros bohemios es la de buscar tiendas de ropa vintage y/o segunda mano. Pues en Barcelona están de suerte porque de esto hay donde elegir. Algunas de mis favoritas son: Love Vintage en Carrer de Bertrellans, 7; Flamingos Vintage Kilo en Carrer de Ferlandina, 20; TurQuesh en Carrer de Sepúlveda, 100; y, American Vintage en Rambla de Catalunya, 118.
Lo mejor es callejear y descubrirlas por vosotros mismos. En cada una de ellas descubriréis prendas que os entusiasmarán, os lo aseguro. Por último, y cómo no, os tengo que hablar de los edificios que son como el templo de los bohemios. Sí, ¿sabes a qué me refiero? Pues me refiero a los mercados. Sí, los mercados municipales son lugares frecuentados por este tipo de personas ya que pasean entre el olor a frutas y especias, con sus telas y ropajes vintages encima. Ir de parada en parada comprando y mirando es una de sus mayores aficiones. Los más molones, según mi criterio son, Mercado de Santa Caterina, en la avenida Francesc Cambó, 16, un lugar moderno como pocos. Descubriréis una de las cubiertas más fascinantes, de colores y ondulada. El Mercado de la Barceloneta, en Poeta Boscà, 1, y por último, el Mercado de la Abaceria Central, ubicado en Travesía Gracia, 186. Por supuesto, Barcelona tiene un sinfín de lugares de este tipo. Aquí solo te he comentado los que más me gusta a mí.
¿Qué te parece? Desde luego si eres un viajero bohemio que acabas de llegar a la ciudad tienes muchísimas cosas que hacer, que visitar, que conocer. No lo dudes y ánimo con todo que podrás llegar a visitarlo. Esta ciudad está hecha para nosotros.